Mi historia

Nací en Galicia, España. Allí crecí y empecé mi formación en la popularmente conocida "Universidad de la vida". Y aunque, sí que es verdad que en este lugar empecé mi camino, siempre supe que lo que definiría quien soy no es tanto el lugar en el que estoy, sino lo que hago con mi vida mientras estoy en él. 

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Durante los primeros años de mi vida, considero que me tocó sufrir bastante, supongo que de alguna manera me tocó tocar fondo.

En ese momento no pude ver la parte positiva de lo que me estaba pasando, pero hoy, con retrospectiva, puedo estar agradecida por haber vivido eso. Ya que, fue ahí cuando descubrí mi verdadera pasión, lo que llamo hoy mi profesión: la psicología. 

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Cuando "toqué fondo", fui por primera vez al psicólogo, y con tan solo siete años al salir de la consulta, recuerdo decirle a mis padres "de mayor quiero ser esto". 

Y a día de hoy en mi cabeza sigue retumbando con la misma ilusión el haber cumplido mi sueño: Ser psicóloga. 

Pero, como siempre digo, ser algo hoy no significa que siempre lo serás. El título de padre, madre, hijo, hermano, amigo es algo que se trabaja día a día. Es por esto que, aunque hace unos años recibí mi título, a día de hoy sigo tratando de serlo un poquito más cada día.

Cuando llegáis a mí consulta, traéis lo más bonito y sincero que tenéis dentro de vosotros: vuestro sufrimiento. Y yo tengo la responsabilidad de ayudaros a entenderlo y a saber qué hacer con él. 

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Esto solo puedo hacerlo desde: la responsabilidad, formándome cada día más en mi profesión; la empatía, tratándoos a cada uno de vosotros/as de la misma manera que me gustaría que lo hiciesen con mis seres queridos o conmigo misma; y con la sabiduría, que obtengo a través de mis vivencias personales y por supuesto, gracias a personas maravillosas como tú, que me enseñáis cada día durante mi jornada laboral.

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